¿Qué es Estoicismo?

El Estoicismo, al igual que las demás filosofías post-socráticas, se centra en responder a la pregunta: “cómo puede vivir un ser humano la mejor vida posible”. Para los Estoicos la respuesta radica en “aprender” a vivir de acuerdo con la naturaleza (humana). Para las culturas helénicas, vivir era entendido como una destreza que, como el atletismo, la escultura u otro oficio, se aprende con el entrenamiento y práctica constante. Así pues, según la filosofía estoica, el ser humano alcanza la eudaimonia (traducido hoy en día como felicidad, plenitud) alineando su vida con la naturaleza y cultivando aquello que le hace humano: la capacidad de razón y su naturaleza social.

Para cultivar estos dones, los estoicos proponían el cultivo de la virtud (areté), que es la predisposición del alma hacia la sabiduría. Siguiendo a Sócrates, partían de las 4 virtudes cardinales:

  1. Sabiduría Práctica, es la capacidad de integrar lo que significa ser humano, entender y aceptar nuestro lugar en el universo, discernir entre lo que es razonable desear y a lo que asentimos, lo que controlamos y lo que no, y nuestros límites naturales.

En Vidas de los Filósofos Eminentes, Diógenes Laercio escribió sobre los estoicos: “La sabiduría la definen como el conocimiento de las cosas buenas y malas y de lo que no es ni bueno ni malo… conocimiento de lo que debemos elegir, de lo que debemos tener cuidado de, y lo que es indiferente.”[1]

 

  1. Justicia, es la conciencia de responsabilidad ética; la noción de interconexión, familiaridad y camaradería natural entre los seres humanos.

Marco Aurelio en sus Meditaciones lo describe de esta manera: “… un compromiso con la justicia en tus propios actos. Lo que significa: pensamiento y acción que redundan en el bien común. Para lo que naciste.”[2]

 

3 y 4.   Valentía y Templanza, nos indican cómo actuar y sentir correctamente en situaciones donde el miedo o los deseos pueden imponerse. Implica conocer nuestro deber como seres humanos y los límites de nuestra propia naturaleza que deben respetarse para aspirar a una buena vida.

 

En palabras de Epicteto[3]: “¿No sabes que la vida es como una campaña militar? Uno debe servir en guardia, otro en reconocimiento, otro en el frente… Así es para nosotros: la vida de cada persona es una especie de batalla, y también larga y variada. Debes vigilar como un soldado y hacer todo lo que se te ordene… Has estado destinado en un puesto clave, no en un lugar humilde, y no por un corto tiempo sino de por vida”.

 

Para los estoicos el cultivo de estas cuatro virtudes es clave de la una buena vida, ya que a través de ellas desarrollamos nuestro potencial humano, conocemos nuestros límites naturales y alineamos nuestra vida para que fluya suavemente con lo que dispone la naturaleza. Así es como definen los estoicos la buena vida.

Este cultivo y entrenamiento de las virtudes debe realizarse a diario, a través del entrenamiento constante en la reflexión y la acción. Heidegger citado en Cavallé, M; Machado, J (2007)[4], expresa de esta manera lo que implica reflexionar: “Reflexión es el valor de convertir en lo más discutible la verdad de los propios axiomas y el ámbito de los propios fines”. La razón nos permite hacer este ejercicio de debate de los juicios, que es clave para descubrir las impresiones falsas y alinear nuestro pensamiento, emoción y acción con lo racional, es decir, con la naturaleza. Hacerlo de esta capacidad un hábito es tarea nuestra.

En palabras de Epicteto[5]:

“Todo hábito y capacidad es apoyado y fortalecido por las acciones correspondientes, la de caminar, caminando, la de correr, corriendo. Si quieres ser un buen lector, lee o un buen escritor, escribe. Pero si pasas treinta días sin leer y recurres a otra cosa, notarás las consecuencias. Así también, si te acuestas en la cama durante diez días y luego te levantas y tratas de caminar una distancia considerable, verás lo débiles que están tus piernas. En general, entonces, si quieres hacer algo, conviértelo en un hábito.”

Fuente: Filosofía práctica para
afrontar los retos e incertidumbres del siglo XXI. Ponencia de Kellys Rodríguez en Congreso Proyecto Logos 2022, Universidad de Córdoba, España.

 

[1] Laercio, D. (2003) Vidas de los Filósofos Eminentes. OMEGA.

[2] Marco Aurelio, Meditaciones, IX.31

[3] Epicteto (2016), Disertaciones. Editorial Gredos 3.24.31–36

[4] Citado en Cavallé, M; Machado, J (2007). Arte de vivir, arte de pensar. Editorial Desclée.

[5] Epicteto, Disertaciones, 2.18.1-13